Te
esperar� tranquilo, sin ning�n descuido ni olvido.
Preparar� el terreno, como
labrador al suelo.
Ser� el fiel reflejo de pensamientos bien concebidos.
Lo
medir� preciso con paciente sobrevuelo.
Ser� cuna de innumerables sue�os
permitidos.
En esa habitaci�n centrar� una mesa.
En cada rinc�n tendr� una
ofrenda.
Nada ser� tomado con ligereza.
Ser�s la persona que mejor atienda.
Desperdigar� flores de los m�s variados colores.
Pondr� bebidas de diversos
sabores.
Estar� preparado para recibirte con todos los honores. Vendr�s de un
lugar distante, con el tenue emancipar del traj�n de un anhelo.Llevar�s en tu
pelo un sue�o y el cansancio sutil de un desvelo. Traer�s las ansias de los
matices de ensue�os, que como dorados velos, cubrir�n tu suelo.
La luminosa se�al
te guiar� a mi refugio. Primero te encontrar�s con un valle, luego con un p�ramo
y finalmente con un jard�n de rosas, en �l, habr� una escalera que como
preciosa estela de un barco a velas, te conducir� a un portal plateado, sobre
el cual ver�s el s�mbolo de la esperanza.
Traspasar�s el portal y en ese
instante correr� una tenue brisa.Ser� como un despertar en un nuevo amanecer.
Tu mirada me saludar� y yo agradecer� tu sonrisa.
Te sentar�s lentamente en
la silla que he preservado.
Ser� nuestra noche ya que eres mi fundamental
premisa. El infinitamente esperado momento habr� llegado.
El anhelado
sentimiento se sentir� renovado.
Te preguntar� que quieres. Me dir�s un sue�o
dorado.
Te ofrecer� un mar de claveles. Sonreir�s habi�ndolo aceptado.